Crítica desde la barra del bar: La juventud y el alcohol

Hoy expresaré mi opinión sobre uno de los temas de la sociedad que más me preocupan y que más crítica recibe por parte de muchos sectores de la población: la juventud y el uso indiscriminado del alcohol.

Mucho se habla de que los jóvenes cada vez se inician antes en el consumo de alcohol y otras drogas, siendo la edad de 13 años la última que ha registrado las encuestas. El número de ingresos en urgencias por su consumo excesivo han aumentado y lo peor de todo es que el gasto económico que ello conlleva y más en los tiempos en los que estamos actualmente. Los accidentes de tráfico, aunque han descendido en parte gracias al carnet por puntos, siguen presentes y son muchos los que cogen el coche después de unas copas de más. ¿Cómo hemos podido llegar a una situación en la que un niño de 15 años (con 15 años sigues siendo niño por muchos pelos que te hayan salido en tus genitales y mucho desarrollo mamario) puede ser ingresado en urgencias? Yo distingo varias claves que son muy importantes desde mi punto de vista.

• La facilidad para conseguir alcohol: Por mucho impuesto, por mucha multa que te pongan por vender alcohol, por muchas leyes que impiden que vendas a partir de tal hora...siempre vas a encontrar un sitio donde venden y no les importe tu edad. Si eres jóven a lo mejor no te dejarás entrar en un bar (ya hablaré de ellos en esta entrada) así que recurrirás al botelleo, por lo cual tendrás que comprar alcohol, bien en un supermercado, bien en el chino de al lado. A ambos parece que no les importa la multa, saben que si nadie dice nada venden sin problemas, y se llevan el dinerito a su casa, sin importar las consecuencias. El ser una sustancia legal cuyo consumo es permitido hace que a veces no se controle ese consumo y que cada uno sepa lo que debe beber, pero el ser joven y la mayoría de veces estúpido hace que muchas te pases de la raya que hay entre disfrutar una cerveza y vomitarla.

 

• A lo bares les da igual tu edad: Ésto tiene que ver un poco con los supermercados pero tiene más profundidad de lo que puede parecer a simple vista. No sé en que piensan los padres de hoy en día, pero si yo fuera padre me preocuparía por mi hijo por mucha edad del pavo, y no le dejaría salir. En este mundo, donde parece que sólo importa tu trabajo, tu casa, tu coche, donde tu deber de aportar educación de tus hijos se lo das a los colegios, lugares para aprender pero no educar, y que tienes hijos porque la sociedad necesita más mano de obra sin importar su desarrollo intelectual (si no lo tiene mejor, más rebaño que manejar) los hijos son dejados en manos de la sociedad, una sociedad que te dice que disfrutes pero que no aprendas, simplemente pasatelo bien, emborráchate aunque no te guste la cerveza para ser alguien en el grupo, y si tienes que provocar problemas para divertirte, provócalos, que estás en tu derecho de divertirte. Dejamos a críos que no tienen ni puta idea de lo que es el mundo a que se diviertan en un juego de ser mayores pero comportandose como los niños que son. Y los dueños de los bares lo saben, y como saben que nadie les va a denunciar por darle de beber a menores porque eso es de chivatos y de mala gente, pues les sirven, ya que son jóvenes y tienen derecho a divertirse, y si los padres les dejan, yo no soy su padre, soy un camarero que quiero ganar dinero...

• La mala educación: Como ya he dicho antes, los padres de hoy en día son blandos y permisivos. Al estar tanto tiempo trabajando no han tenido tiempo para educar al niño (que se encarguen los abuelos, que no tienen nada que hacer) y no saben ni siquiera castigar al chaval cuando hace algo malo (has suspendido 4, así que te compro la Xbox 360 que tanto te gusta) por lo que cuando el chaval empieza a sentir que las hormonas están floreciendo se siente el rey del mundo capaz de hacer lo que le salga sin importarle las consecuencias. Que más da si me da un coma etílico, soy el rey del mundo y he sido pieza clave de la fiesta, mis amigos hablarán de mí, que es lo importante. Tengo una vida de mierda, déjame que se me olvide gracias al alcohol.

• La búsqueda del alcohol como medio de aceptación: Algunos jóvenes buscan el alcohol para emborracharse aunque no les guste lo que beben. A los que nos gusta la cerveza u otra bebida nos da igual que lleve alcohol, no buscamos emborracharnos, buscamos saborear la bebida que tanto nos gusta. Hoy en día parece que los que beben cerveza u otras bebidas con contenido alcohólico sólo buscamos pillar un pedo. Yo intento beber lo menos posible porque sé que pasa si bebo demasiado aunque me guste mucho, y me da igual si a mis amigos no les gusta lo que bebo. En una edad donde la opinión de los demás es demasiado importante la búsqueda de ser aceptado hace que hagas tonterías como tomar algo que no te gusta nada, y que puede que a los demás tampoco, pero como los demás beben, pues no debes de ser un marginado y beber. Como si juntas un borrego en potencia a un rebaño de borregos, se comportará como los demás y se convertirá en un borrego.
  
  

Como quejarse sin dar soluciones está feo propongo mis ideas: que los bares estén obligados de verdad a pedir documentación, que sólo se pueda conseguir alcohol en bares y ciertos establecimientos y lo más difícil, una correcta educación de la chavalada. Aunque parezca un viejo, mis 20 años de vida me dan una opinión muy crítica respecto a este apartado. Bebed para disfrutar de su sabor y no de una borrachera, ¿de qué sirve hacer algo de lo que no os acordaréis? Todos cometemos errores, pero parece que hoy en día cometerlos está bien visto.